Peñee ndu eme , Mainoí ijayvu Ygary reve

Aguyjevete! Escucha el silencio,
un colibri habla con el Cedro.
Camina la huella del anciano
como cachorro felino
la lengua suave toca su paladar
Peñee ndu eme

Maino-í iyaivu Yvyrá revé...

miércoles, 16 de octubre de 2013

Reconocimiento a Museo "Che Ramoi" (Carlos Sosa;Aldea Jejy)



Reconocimiento al Museo mbya “Che Ramoi” –Carlos Sosa, Aldea Jejy-

Los días viernes 11 y sábado 12 de Octubre del año 2013 se llevó a cabo en la Biblioteca Pública De Las Misiones de la ciudad de Posadas, Misiones el 44º  Encuentro Internacional de Directores de Museos, organizado por la Biblioteca Pública De Las Misiones, la Junta de Estudios Históricos de Misiones, la Asociación Civil de Directores de Museos de la República Argentina y el Ministerio de Cultura, Educación, Ciencia y Tecnología de la Provincia de Misiones, en donde se abordó la problemática atinente al desplazamiento de los bienes culturales, ya sea en territorio nacional o hacia o desde el exterior incluyendo las formalidades de habilitación de dichos desplazamientos, normas de embalaje, responsabilidades, coberturas y riesgos de tráfico. 

Antes de pasar a comentar lo ocurrido el día viernes 11 de octubre, es necesario -para entender lo allí ocurrido- que me remita a otra fecha para: el 6 de enero del año 2013 Enrique Acuña realizó la inaguración del Centro de Intercambios Culturales Guyra Retá, sede transitoria de la Asociación de Amigos Guaraníes AAGUA, para la cual invitó a un encuentro cultural entre Opyguas, caciques y amigos de las aldeas de Jejy, Yryapy y Pindo Poty en la que se llevó a cabo la exposición llamada "Muestra de Arte Mbya", organizada alrededor de la historia de las comunidades guaraníes a través de su música, fotos, videos, objetos y artesanías.

 El registro de la inaguración se encuentra publicada en el blog del Centro Cultural: AQUÍ Un efecto de esa "Muestra de Arte Mbya" fue la conexión que establecieron Martha Bordenave (Directora de Museos de la Provincia de Misiones), con Eliseo Sosa, cacique de la comunidad de Jejy y particularmente con Carlos Sosa, hermano de Eliseo, quien se dedica allí a construir diversos objetos de arte mbya y a exhibirlos en un espacio disponible dentro de la comunidad. A partir de ello Martha Bordenave  le propuso al cacique Eliseo Sosa la inscripción de dichos objetos y de dicho espacio en la categoría de "Museo" para que de esa manera forme parte del Patrimonio Cultural y la red de museos de la Provincia, con el fin de darle visibilidad oficial y turística, permitiendo así que haya visitantes que puedan conocer el arte mbya en su lugar de origen, la misma Aldea Jejy. La propuesta fue aceptada por la comunidad y la inscripción fue realizada, la comunidad decidió inscribir a su Museo con el nombre "Che Ramoi" (Nuestros Abuelos)

Volviendo al 11 de octubre, al mencionado "Encuentro..." Carlos Sosa (responsable del Museo “Che Ramoi) fue invitado por la la Asociación Civil de Directores de Museos de la República Argentina:, invitación que fue acompañada -por sugerencia de Martha Bordenave a la Asociación- de la entrega de un diploma de honor por su contribución y trayectoria en el desarrollo y conservación de la cultura. Carlos Sosa llegó el día viernes a las siete de la mañana a la Terminal de Posadas acompañado de Cornelio y Silvio Chamorro y de allí se dirigieron al Biblioteca Pública De Las Misiones. Christian Gómez y yo nos encontramos con ellos allí. El acto de entrega de diplomas de honor y distinciones a personas e instituciones se realizó ese mismo día a las 11:30 hs, Carlos Sosa fue quien inauguró el acto de entrega, recibió la placa con el diploma de honor y cuando parecía que no le iban a pasar el micrófono para que pueda decir unas palabras al respecto, el micrófono -luego de haber pasado por otra persona que le seguía en la lista de reconocidos y luego de que ésta dijo sus palabras en torno al reconocimiento recibido- el micrófono por fin le llegó a sus manos y pudo transmitir sus palabras:

"Para mí es positivo, porque nosotros, todos somos artesanos, pero Dios nos dá en cuenta esa historia ¿no es cierto? (señalando la diapositiva realizada por Martha Bordenave con las fotografías de los objetos que Carlos exhibe en el Museo "Che Ramoi").

Yo tallo mi memoria nomás, nadie no me enseñó. Pero antes de El Soberbio yo vivía sin calzado, sin ropa... y sufrimos... y por eso yo me crié ahí, tengo 53 años... Esa parte quería decir un poquito. Le agradezco a la señora Marta (Bordenave) que en primer lugar que le conocí y a Christian (Gómez). Eso nomás, nada más.

Por último quisiera agregar una resonancia de lo oído ese día: entre las personas que reciben su reconocimiento escucho decir al responsable de un Museo de la provincia que su museo había surgido por mera casualidad, relata que un día se hallaba excavando en un terreno de su ciudad con el fin de construir algo o de preparar el terreno para construir algo sobre él, ese día excavando se encontró con unas puntas de flecha, como no sabía nada sobre ellas consultó con personas expertas en el tema, éstas le informaron que eran flechas con más de dos mil años de antigüedad aproximadamente, pertenecientes a los guaraníes.

El responsable del museo continúo relatando su historia y la del museo pero a mí me quedó resonando las siguientes palabras "pertenecientes a los guaraníes" y a partir de ella me surgió, casi inmediatamente, la pregunta ¿la palabra "pertenencia" no es equivalente o sinónimo de "patrimonio"? Si ese señor a partir de allí supo que esas puntas de flechas pertenecen a la historia de los guaraníes ¿por qué no se ha contactado con sus descendientes para devolvérselas o al menos para preguntarles si están interesados en conservarlas ellos mismos? Pensé que esas eran preguntas que también serían inmediatamente formuladas por otras personas en el contexto adecuado, por ejemplo en un encuentro internacional en donde se abordase la problemática atinente al desplazamiento de los bienes culturales (su tráfico, su robo, su expropiación, etc.) pero cuando me di cuenta dónde estaba, llegué a la conclusión de que ese razonamiento era correcto, sin embargo, la realidad demostraba otra cosa.

A partir de ello podemos deducir que un acto oficial aloja contradicciones, paradojas y sobre todo intereses oficiales pero, de vez en cuando, alguien se puede valer de esas contradicciones y paradojas para introducir algo que subvierta el sentido instituido.- 

Posadas, 15 de octubre
                                                                                           
Germán Tor -miembro de la AAGUA-  

miércoles, 2 de octubre de 2013

Una primera estancia... por Fátima Alemán




                                                  Una primera estancia en Guyrá Retá

       Llegar a Guyrá Reta no fue un trámite sencillo para una platense acostumbrada a las rutas pampeanas: saliendo de Posadas capital en un ómnibus de la empresa Río Uruguay se llega luego de cinco horas y media a la localidad del El Soberbio. Luego, un trayecto de 40 km de tierra en una camioneta 4x4, que atraviesa Colonia La Flor (una pequeña localidad de chacras y casas adornadas por el fucsia de las azaleas), nos deja en la entrada de Guyrá Retá. 

El paisaje es un cambio sorprendente porque si bien Posadas tiene sus lomadas y el encanto de la vista al rio Paraná, atravesar Misiones rumbo al río Uruguay permite internarse en las sierras ondulantes para apreciar el  monte imponente que se mezcla inexplicablemente con las plantaciones de yerba mate, té o pino Paraná. 

Los cuatro días de estancia en la cabaña Guyrá Retá fueron además días de mucha lluvia y de un frío húmedo poco habitual para fines de agosto (parece ser que en los últimos años la “ola polar” oriunda del sur de nuestro país atraviesa el territorio argentino sin respetar los microclimas de cada región).

Pero el clima no hizo obstáculo para apreciar el verde explosivo de la Reserva Biosfera Yabotí,  ni para escuchar el canto de los pájaros al despuntar el alba. Es más, las botas cubiertas de barro rojo que me acompañaron en el trayecto a la aldea Pindó Poty (2 km de ida en bajada y 2 km de vuelta en subida) fueron testigos de una experiencia única, compartiendo charlas  -entrecortadas por mi respiración agitada por la caminata- con mis compañeros de estancia, Lucio y Dionisio.

Las visitas a la aldea fueron ocasión de conocer el increíble paraje donde 20 años atrás migraron algunas familias desde Tekoa Jeji, con el antecedente de un sueño de la anciana Kuña Karaí Victoria Almeida que funcionó como “revelación sagrada”, causa de mesianismo y migración entre ambos territorios. Si Ñande Ru habita en cada ser del monte, la disposición de las cabañas como un anfiteatro natural, permite que se lo aprecie y se lo celebre, incluso siendo un juruá curioso y fascinado por el poder de la naturaleza.

La hospitalidad del cacique Alejandro Benítez y su familia me hizo sentir por momentos parte de sus costumbres cotidianas: compartiendo el ritual del mate alrededor de una fogata en la choza de paja y barro, recorriendo el sendero de las trampas para cazar animales, escuchando un coro de niños en la casa del maestro Tito, apreciando las artesanías que cada familia expone ante el visitante, agradeciendo un almuerzo con pan casero y chorizos de la zona el último día bendecido por el sol de la selva.

Tambien tuve la suerte de compartir una larga charla con los adolescentes que cursan el secundario en El Soberbio, en una experiencia inaugural que pone a prueba la resistencia de una “interculturalidad” que sabrá de sus resultados concretos a futuro. Según supe por el maestro bilingüe, las costumbres de los mbya-guaraní están a salvo de la globalización tecnológica pero siempre y cuando la música hipnótica de sus cantos colectivos conserve su lengua y el español sea sólo un medio para el intercambio.-

Fátima Alemán




EL sentido del nombre propio como secreto de lo verdadero


Este breve segmento del documental ARANDU - sobre los nombres verdaderos- toma el testimonio entre otros de cacique Nicanor Benitez y el Opygua Rodolfo Chamorro de Pozo Azul.

El relato relanza preguntas acerca del porque el cuepro sano "se halla" cuando encuentre el nombre justo, verdadero dado por Ñande Ru. Un nombre que el opygua lee en cada niño pero puede errar; en la ceremonia del Mita Rery que coincide dice alguien aqui,  con la ceremonia de bendicion de frutos -el Ñemongarai-. EL enfermar es concebido entonces como una falla simbolica con en el nombre propio divino.

El nombre verdadero cosntituye a la "persona" (mbya) , un ser que coagula el cuepro con a palabra revelada que viene de su Dios. Vemos asi que el fundamento cosmogonico supera a la tradicion de el nombre civil -dado por el DNI- que es un nombre valido para el intercambio con el blanco.-

La logica del "teko achy" -mal vivir, enfermar - y del "teko pora"- en el teko comunitario -costumbre y radicion de conductas que hacen a la persona un "verdadero mbya"-  depende de ese don de lectura de la lengua de lo sagrado que toca un cuerpo.-